Asia



Resolución de problemas, cooperación y competencia

Hace unas tres semanas vino a verme a Vietnam un buen amigo mío (desde los 15 años) que hicimos la carrera juntos y más o menos a la par. No sé por qué salió el tema, pero hablamos de que a nosotros en la carrera nos enseñan a resolver problemas, porque la verdad es que el resto se olvida en seguida.

Para resolver un problema, el primer paso y el más fundamental es entenderlo. Por eso los profesores del colegio dicen que los problemas de matemáticas hay que leerlos dos veces o cinco veces, o las que sea…, ante lo que los niños nos quedamos agilipollados pensando ¿y por qué no tres veces, o cuatro? No sé si es que a los profesores se les olvida que los niños no somos tan tontos y nos pueden decir claramente que es muy importante entender el problema.

A mis alumnas yo siempre les decía: “lee el problema”, “ahora cuéntamelo”, “si no eres capaz de contármelo es que no te has enterado, y entonces es imposible que lo resuelvas”. Luego le decía “cuéntame el episodio de la serie de ayer de la tele, seguro que te has enterado y me lo puedes contar, pues el problema este igual, es otra historieta”.

Para entender un problema basta con describirlo y ser capaz de explicar las relaciones que existen entre los diferentes actores que se encuentran en él. Una vez que se ha entendido esto, la solución no tarda casi nada. La fase de resolución es muy pequeña comparada con la fase de comprensión. Alguno me dirá que me equivoco porque en un examen, uno lee un problema en 5 minutos y luego lo resuelve en 45. Pero esto es falso. Ese problema que has comprendido en 5 minutos, no lo has comprendido en esos 5 minutos, has necesitado todo un cuatrimestre para entender la teoría, los conceptos, las relaciones entre los conceptos, para enfrentarte a problemas similares, etc. Si te enfrentaras por primera vez a ese problema, tendrías que buscar en libros, en Internet durante meses, hasta que entendieras el problema y entonces lo resolverías en 45 minutos. La fase de análisis/entendimiento dura meses y la de resolución minutos, mejor dicho, la fase de diseño de la solución, porque puede que luego la solución necesite años de implementación (una construcción por ejemplo).

Para esto, es muy importante que el problema se pueda ver entero y que no haya nadie que esté pretendiendo ocultar nada. Si no podemos ver todo, será imposible resolverlo.

Cooperación

En cooperación nos dedicamos al fin y al cabo a lo mismo: a resolver problemas. Pero hay una diferencia muy importante, estos son problemas sociales, no problemas de física o matemáticas. Para entender un problema de física o matemáticas basta con saber describirlo y explicarlo, pero para entender un problema social hay que vivirlo o formar parte de él. Un ejemplo fácil. Yo ahora por ejemplo estoy algo preocupado – tampoco tanto :) – con ser padre. Entonces puedo ponerme a estudiar como ser buen padre desde el punto de vista psicológico, antropológico, sociológico, didáctico, etc. Vamos que me puedo convertir en un peacho de erudito de cómo ser un buen padre, pero hasta que no seas padre, chaval, no vas a entender el problema y no vas a poder solucionarlo. De hecho los problemas sociales, o necesidades, son tan diferentes a los problemas técnicos que el mismo verbo solucionar no parece muy adecuado. El problema no se soluciona y ya está, no tiene principio y final. La necesidad se convive con ella, no sé..., se realiza cada día.

Para vivir o ser parte de un problema, uno no puede estar lejos de él. Tiene que estar cerca. Si el problema está en Thanh Hoa, no puedes estar en Hanoi. Si tu equipo está en la oficina, no puedes quedarte en casa tele-trabajando.

Hay una ventaja que tiene el sector de la cooperación en la resolución de problemas, y es que parte de que se supone que queremos cooperar. Resulta que para buscar soluciones, la mejor técnica es ¡cooperar entre diferentes personas! Esto no sólo lo digo yo, los gurús del management también lo dicen en la empresa privada: valorar al ser humano en el puesto de trabajo, cooperar entre departamentos, hacer grupos de trabajo interdisciplinarios, etc. (existen técnicas de gestión muy anarquistas. Por ejemplo, cada participante introduce un papel con una idea/problema de un tema en una caja, y después se leen todas las ideas sin saber quién las ha escrito. El objetivo: que no haya prejuicios por parte de los participantes, ni jerarquías que perjudiquen la cooperación, ni sacar a relucir todo lo necesario).

Competencia

Cuando trabajamos en competencia debemos estar demostrando nuestra supuesta validez continuamente. Esta validez se basa en unos indicadores, sean cuales sean (en la empresa privada sólo hay un indicador: el beneficio). En principio, si tenemos claros nuestros objetivos pondremos indicadores que hagan cumplirlos, y así no desviar nuestro camino. 

Ahora bien, cuando llega cualquier dilema a un proyecto, siempre se resolverá de acuerdo a la prioridad: sobrevivir en la competencia, que los indicadores se cumplan, pero no resolver los problemas. Si hace falta maquillar algo, se maquilla, si hace falta pasar por encima de algo, se pasa, si hace falta esconder algo, se esconde, porque eso nos permite seguir en la rueda… ¡Pero claro eso oculta parte del problema, y por tanto en vez de resolverlo estaremos ocultándolo, y lo que es peor, perpetuándolo! 

Todo esto se agrava mucho más si en realidad los objetivos de la cooperación no son transformar realidades, sino ser una herramienta más de la diplomacia española, o un medio de vida para un grupo de personas que perfectamente podría haberse dedicado a vender zapatos.

Aquí se trabaja en cooperación, pero no se coopera. No se entiende el problema, ni al equipo de trabajo, ni mucho menos a los destinatarios, se va a machete porque el financiador viene en breve a hacer una visita y hay que enseñarle que estamos haciendo algo. Dentro de poco también vienen los jefes, así que más de lo mismo.

Lo que no puedo llegar a entender es como esta peña no se da cuenta de que si se resuelve el problema, se va a llegar a los indicadores y entonces jefes y financiadores estarán contentos. Bueno, igual no están contentos porque pueden perder su trabajo, pero tendrán que mostrar que están contentos.
Ya me he pasado de 1.000 palabras, así que lo dejo…

He aquí parte de mi rabia, que no toda... habrá más entregas

Salud!

ps: seguro que de todo esto vosotroas sabéis mucho máis..., yo sólo suelto lo que voy reflexionando

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Ahí va un regalito





Como mola el post de Halima


Aprovecho para meter presión pública a Leyre para que suba ya nuestro viaje... que va a hacer dos meses ya...



Salud!
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Corte de pelo en Thanh Hoa

ñe...

¿cómo va eso?

No tengo mucho tiempo. Estamos hasta arriba de trabajo, pero creo que este fin de semana podré subir algo decente. Mientras tanto, os cuento que me he cortado el pelo... algo que parece poco interesante, lo sé.

Además de haber perluquerías como en otros sitios del mundo, establecimientos normales y corrientes, en mi barrio hay peluquerías callejeras. Vídeo fabuloso que lo muestra (dura menos de un minuto)



El vídeo está grabado momentos antes de pasar yo y mis rizos (debido a la humedad superior incluso a cuando entró en clase el hijo de la Mascaró) a la palestra

En esta foto salimos el peluquero y yo antes del corte de pelo.



 En esta foto salimos el peluquero y yo después del corte de pelo.



El escarnio ha sido inmenso, sin además opción de pararlo porque no me entiende ni perry (ni a perry le entiendo yo), pero había que hacerlo para contarlo.

Tampoco es posible reclamar demasiado y pedir que te devuelvan el dinero, porque el corte me salió por 20.000 VND, que al cambio son 75 céntimos de euro.

Contra todo pronóstico, las vietnamitas me lanzan unas sonrisas que me estoy empezando a creer Bertín Osborne.

Espero que vaya todo bien

Salud!


ps: este finde subo algo de trabajo y del viaje con Leyre!

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